Nadie
puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al
otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis
servir a Dios y al Dinero.
«Por
eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis,
ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida
que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
.Mirad
las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros;
y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más
que ellas?
Por
lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe,
añadir un solo codo a la medida de su vida?
Y
del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo,
cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.